Entre los años 50 y los 70 mi padre, José Ramírez III, compró grandes cantidades de madera en troncos y, muy especialmente, de palosanto de Brasil, que, al cortarlos, se hacía una selección entre los cortes de primera (1ª) calidad y los que, por no cumplir con los parámetros estéticos de la época, se apartaban como de segunda (2ª) calidad. Estos cortes de 2ª se almacenaban y solamente se utilizaban para guitarras de 2ª (conocidas como 2A) cuyo precio era inferior al de las guitarras de 1ª (conocidas como 1A).

Mi padre concedió la distribución exclusiva en los Estados Unidos a Sherry Brenner entre 1967 y 1977. Él, al conocer la existencia de aquellos cortes de palosanto de Brasil que se empleaban para construir guitarras de 2ª, realizó numerosos encargos de dichas guitarras. La etiqueta era de color gris claro, con ribete rojo y con un 2 de gran tamaño trazado en un perfil fino blanco en el fondo y, en la parte inferior derecha, se anotaba la clase 2ª. Para que quedara bien claro.

El problema es que Sherry Brenner superponía una pequeña etiqueta dorada sobre la parte inferior derecha tapando la clase 2ª, y además denominaba aquellas guitarras como “modelo Segovia” cuando era guitarra clásica y “modelo Sabicas” cuando era flamenca. Y por lo visto las vendía afirmando que eran mejores que las de 1ª clase, según las informaciones que nos han ido llegando, a precios muy superiores a los nuestros. Naturalmente, cuando mi padre se enteró de todo esto, le quitó la distribución exclusiva inmediatamente. Esto fue en el año 1977, pues en nuestros archivos, todos sus encargos a partir de ese año aparecen tachados, anulados por mi padre.

En algunos foros se comenta algo que ya nos habían dicho por diferentes fuentes, y es que posiblemente Sherry Brenner falsificó etiquetas nuestras y las puso en guitarras que encargó a Japón. Desde luego que no puedo asegurar que esto fuera cierto, lo que sí puedo afirmar rotundamente es que nosotros nunca hemos hecho guitarras en Japón y que, además, este tipo de guitarras se han hecho exclusivamente en nuestro taller de manera artesanal. Lo que es extraño es el hecho de que desde que empezó a ser nuestro distribuidor hasta que cerró su negocio, ha continuado vendiendo nuestras guitarras. Estamos hablando de entre 50 y 60 años. Sinceramente, me resulta curioso que hubiera conservado guitarras nuestras hasta el momento de cerrar su negocio en el año 2019.

No se me ocurre nada más que añadir a lo que he escrito hasta aquí, salvo que celebro que haya dejado de vender nuestras guitarras. Este señor nos ha causado muchos trastornos y perjuicios y me alegro, sinceramente, de poner fin a la confusión que creó en el mercado de los Estados Unidos durante más de un lustro.

Artículo escrito por Amalia Ramírez.

NOTA ACTUALIZADA DEL ARTÍCULO:

Gracias a la información facilitada por el Profesor (emérito) David J. Buch en unos correos que me envió sobre Sherry Brenner, puedo añadir nuevos datos de interés para aquellas personas que han adquirido guitarras supuestamente de José Ramírez, pero que en realidad eran copias, vendidas por Sherry Brenner.

En estos correos, el Sr. Buch me cuenta que Richard y Marshall Bruné tienen una guitarra Ramírez fraudulenta de 1960, fabricada por Kurosawa en Japón y vendida por James Sherry en Chicago. Adjunta las siguientes imágenes sobre este instrumento que, en el momento de escribir esta nota añadida a mi artículo, se encuentran aún en la web de Bruné, indicando claramente que se trata de un instrumento fabricado por Kurosawa con etiqueta Ramírez y la consabida pegatina superpuesta que dice: “Modelo Segovia”.

Asimismo, continúa el Sr. Buch, Richard Bruné le contó que Sherry seguía vendiendo guitarras Ramírez fraudulentas, una de las cuales se atribuía a un tal “Francisco Ramírez”.

Cuando mi padre tuvo conocimiento de todo esto, puso fin a su acuerdo de distribución con Sherry Brenner. Pero eso, desgraciadamente, no sirvió para frenarle en su labor de falsificar y engañar a los posibles clientes interesados en comprar guitarras Ramírez, creyendo que eran auténticas.

El resto de la información recogida por el Sr. Buch a través de Richard Bruné, señala que Sherry Brenner previamente había tenido su propia imprenta, donde él personalmente imprimió todas las etiquetas de las guitarras españolas hechas en Japón. No solo con el nombre de Francisco Ramírez, sino también de Marcelino Barbero, Enrique García, Antonio Hernández, Federico García y Manuel Rodríguez.

Espero que esta información adicional sobre las guitarras “Ramírez” vendidas por Sherry Brenner sea de utilidad.

Y agradezco al Profesor (emérito) David J. Buch por haberse puesto en contacto conmigo y permitirme difundir estos interesantes datos que yo desconocía. Y aprovecho también para agradecer a Richard Bruné por facilitar estas notificaciones de gran valor para nosotros.

Yo creía que, con el artículo original, había completado toda la historia relacionada con Sherry Brenner y su labor fraudulenta, pero se conoce que estaba equivocada. De modo que, pensando que tal vez aún queden cabos sueltos, dejo abierto este final ante la posibilidad, ¿quién sabe?, de obtener nuevas comunicaciones sobre el particular.

 

 

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