Hace mucho tiempo un guitarrero le preguntó a Cristina: “¿Cómo consiguió tu padre que los dos continuarais con la tradición? Mi hijo no quiere seguir, prefiere tomar otro camino”. La respuesta no fue otra que la de “habiendo tenido libertad de elección y apoyo en las decisiones sobre nuestro futuro”. José Ramírez IV nunca presionó a sus cuatro hijos para que continuaran con su oficio, todo lo contrario, les animó para que se formaran y aprendieran otras disciplinas.
Quería que eligieran desde el conocimiento, desde el corazón y desde la libertad; por ello, aunque solo dos de ellos continúan sus pasos, sus hijos Cristina, Almudena, José Enrique y Javier, admiran y respetan profundamente el trabajo que realizó su padre.
Sólo Javier empezó en el taller junto con su hermano mellizo José Enrique, para luego decantarse por otra opción y continuar con la tradición familiar materna: el oficio de farmacia. Almudena, psicóloga de profesión, tiene pendiente finalizar su primera guitarra.
José Enrique y Cristina sintieron la llamada vocacional de esta tradición desde muy pequeños. El amor por la música y por la guitarra que se respiraba en las tertulias familiares fue un caldo de cultivo que culminó en su elección de vida.
José Enrique ha combinado su aprendizaje como guitarrero con su carrera de derecho; y Cristina es diseñadora gráfica, periodista, técnico de sonido y está estudiando guitarra española en el conservatorio con Ana Jenaro. Actualmente, también está aprendiendo de su hermano las técnicas de construcción de la guitarra.
Ambos dirigen el taller en dos direcciones: José Enrique es el jefe del taller y se encarga de conducir las nuevas investigaciones, mientras que Cristina coordina el área comercial y el desarrollo de proyectos.
Los nuevos modelos son fruto del trabajo en equipo de Amalia, Cristina y José Enrique.
Actualmente, están centrados en dos ámbitos: por un lado, continúan las investigaciones de Amalia Ramírez sobre el “Modelo Auditorio”, instrumento con una mayor proyección sin pérdida en la calidad de sonido que caracteriza a las guitarras Ramírez; mientras que por el otro observan su pasado reflejado en los instrumentos de su tatarabuelo José Ramírez I y de su tío tatarabuelo Manuel Ramírez, recuperando técnicas de construcción antiguas, así como colas y barnices naturales.
El objetivo de Guitarras Ramírez consiste en la evolución y desarrollo de la guitarra mediante la escucha a sus guitarristas. La escucha es el elemento fundamental de este oficio, gracias a él, Guitarras Ramírez, ha alcanzado sus más de 137 años de historia con la firme intención de seguir investigando y creando modelos originales para los tiempos venideros y los nuevos músicos.