Pero, ¿sabías que el virtuosismo de su toque está íntimamente ligado a su Flamenca Blanca de Ramírez? En este artículo, exploraremos la historia de este genio de la guitarra y su icónica relación con una guitarra que, al igual que él, forma parte de la historia del flamenco.
Niño Miguel: Un genio inigualable
Miguel Vega de la Cruz, más conocido como Niño Miguel, nació en Huelva en 1952 y falleció en 2013. Hijo de Miguel el Tomate, es considerado uno de los grandes intérpretes del flamenco y creció rodeado de música flamenca. Desde niño, sorprendía su habilidad innata para tocar. Sin embargo, su verdadero talento estalló en la década de 1970, cuando comenzó a ser reconocido como uno de los grandes intérpretes del flamenco.
En 1973, Niño Miguel ganó el premio de honor del «Concurso Nacional de Guitarra de la Peña Los Cernícalos de Jerez», lo que lo catapultó a la fama. A pesar de las dificultades que marcaron su vida y su carrera, Niño Miguel se convirtió en una figura legendaria, capaz de emocionar con su toque.
La guitarra flamenca blanca de Niño Miguel
La historia de Niño Miguel está estrechamente ligada a su guitarra flamenca blanca de Guitarras Ramírez, un instrumento que le acompañó en muchas de sus actuaciones más memorables. Las guitarras flamencas blancas, construidas con maderas ligeras como el ciprés, ofrecen un sonido brillante y nítido, ideal para el flamenco.
Las Guitarras Ramírez siempre han sido reconocidas por su calidad y precisión, por lo que son desde siempre una referencia en la fabricación de guitarras flamencas y clásicas. No es de extrañar que Niño Miguel eligiera una de sus guitarras para acompañarle en su viaje musical, con ese sonido tan flamenco que las caracteriza
Un sonido inconfundible
El toque de El Niño Miguel significó una bocanada de aire fresco en la guitarra de los setenta, y fue alabada por Paco de Lucía, una descarga de energía y de rabia que marcó una nueva forma de expresión flamenca, principalmente en la rítmica y que influenció a tocaores como Tomatito con Camarón en La leyenda del tiempo (1979), o los hermanos Amador con Kiko Veneno. Desgraciadamente, murió pronto, aunque nos dejó un legado que enriqueció enormemente a la guitarra flamenca.
El legado de Niño Miguel
A pesar de la inconstancia de su carrera, Niño Miguel dejó un legado que sigue vivo. Su toque revolucionó el flamenco de los años setenta y su influencia se puede sentir en generaciones posteriores de guitarristas. Su guitarra Flamenca Blanca, de la mano de Ramírez, fue testigo de muchas de esas interpretaciones que dejaron al público sin palabras. Si quieres conocer más sobre el genio de Niño Miguel y deleitarte con su virtuosismo, te invitamos a ver este video donde toca su guitarra Flamenca Blanca de Guitarras Ramírez: Ver video aquí. Niño Miguel y su guitarra Flamenca Blanca Ramírez forman parte de la historia viva del flamenco.