Entre los años 50 y 60, José Ramírez III, llenó varios cuadernos de papel milimetrado con diversos diseños para los mosaicos de sus guitarras. Algunos de ellos se hicieron famosos y fueron copiados por fabricantes de guitarras, no así por guitarreros artesanos, pues los mosaicos son, al igual que el remate de cabeza, una seña de identidad del autor.
La guitarra del mosaico de rosas
Al morir mi padre, perdimos aquellos cuadernos en los que había diseños que desconocíamos, y solo utilizábamos los mosaicos que conservábamos ya hechos por nosotros, pero éramos conscientes de que había muchos más que se habían perdido.
Un día, a finales de los años 90, nos llegó una guitarra nuestra para reparar con un mosaico precioso de unas rosas, diseñadas con matices de rojo y naranja que les daban un encanto especial. Mi hermano, José Ramírez IV, le hizo una fotografía de alta calidad con la que yo pude rehacer el diseño, y basándonos en ello volvimos a reproducir ese precioso mosaico.
Los mosaicos de José Ramírez III
Cuando falleció mi hermano, su mujer Mª Eugenia Sanginés Allué encontró los cuadernos dentro de un armario de su casa, uno de esos armarios trastero en los que se van acumulando las cosas que uno no sabe dónde guardar. Y allí estaba el diseño original del mosaico de la rosa.
Ese diseño original lo hemos estampado en un abanico de calidad, cuyas varillas son de madera de peral, que ahora ofrecemos como una pieza singular para los enamorados de nuestros mosaicos, y de la que hacemos una primera tirada de 25 ejemplares, a ver qué pasa… Esperamos que sean un éxito y tal vez los volvamos a reproducir.
Escrito por Amalia Ramírez.