El Concurso de Guitarra Alcázar de Segovia es una de las citas más esperadas por los amantes de la guitarra clásica en España. Este año, el protagonista indiscutible fue el joven guitarrista Nacho Márquez, quien se alzó con el primer premio gracias a su profunda y expresiva interpretación de Alcázar de Segovia, del compositor español Federico Moreno Torroba.
<p»>Pero más allá de su virtuosismo técnico y musical, hay un detalle que merece destacarse: Nacho Márquez eligió una guitarra Ramírez Sencilla Clásica para esta actuación, un instrumento que refleja una elección consciente por la calidad artesanal, la historia y el sonido equilibrado.
La guitarra Ramírez Sencilla Clásica: aliada del talento
El modelo Sencilla Clásica de 2ª pertenece a nuestra línea de guitarras de concierto hechas a mano. Está diseñada para intérpretes que buscan un instrumento exigente, noble y sensible a los matices. Su tapa maciza de cedro, los aros y fondo de palosanto y su acabado sobrio permiten una proyección sonora perfecta para el repertorio clásico. No es una guitarra de estudio, sino una puerta de entrada al universo profesional.
Elegir este modelo en un concurso tan importante dice mucho del criterio musical de Márquez: confía en un instrumento que le permite mostrar toda la riqueza tímbrica de su interpretación sin artificios. Su ejecución no solo fue técnicamente impecable, sino que transmitió emoción, carácter y estilo.
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¿Por qué tantos concertistas eligen guitarras Ramírez?
Desde Andrés Segovia y Narciso Yepes hasta músicos contemporáneos como Caetano Veloso o Aniello Desiderio, nuestra historia está profundamente unida a la de los grandes intérpretes. En la actualidad, jóvenes como Nacho Márquez siguen confiando en Guitarras Ramírez, no por nostalgia, sino por la búsqueda de excelencia.
Las guitarras Ramírez no solo son instrumentos; son compañeras de viaje. Están construidas con el rigor de la tradición española y con una atención moderna al confort del intérprete. Nuestro taller en Madrid sigue elaborando cada guitarra como una obra única, pensada para proyectar el sonido y las emociones del artista.
La tradición continúa en manos jóvenes
El caso de Nacho Márquez y su guitarra Ramírez Sencilla Clásica es un ejemplo de cómo la herencia y la juventud no están reñidas. Al contrario: cuando un intérprete joven decide expresarse con una guitarra que ha sido fabricada con los mismos valores que hace más de un siglo, el resultado es siempre auténtico.
Y este encuentro entre generaciones no termina en un concurso. Para muchos músicos, la primera Ramírez marca un antes y un después en su carrera. Es el comienzo de una relación con un instrumento que responde, crece y se transforma junto al intérprete.
La historia de Nacho Márquez es un capítulo más en la larga trayectoria de Guitarras Ramírez. Nos enorgullece saber que nuestras guitarras siguen siendo elegidas por artistas con visión y sensibilidad. Y celebramos que el modelo Sencilla Clásica de 2ª haya sido parte de este triunfo.
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