Ayer, 29 de julio de 2025, tuvimos una visita muy especial. Carlos Santana disponía de dos fechas para tocar en el festival Noches del Botánico y se puso en contacto con la tienda para visitarnos, porque llevaba sin hacerlo casi 20 años. Los recibimos Alex y yo a puerta cerrada para proporcionar más intimidad a ese momento mágico.
Una experiencia para el recuerdo
Seguramente será una de las experiencias que con más cariño voy a guardar en mis recuerdos. No puedo explicar el aura de paz y de magia que tiene este gran guitarrista, ni la amabilidad y humildad que demostró en todo momento.
Lo que más me gustó es que, después de darle a probar tres guitarras, eligió la que había hecho mi hermano José Enrique Ramírez sin guardar dudas sobre las demás. Me indicó que había vuelto porque se notaba “las cosas hechas desde el corazón”.
Un gesto que trasciende
Tenía prisa y yo le pedí que esperara cinco minutos más, porque mi hijo de dos años y medio estaba llegando, ya que nos hacía mucha ilusión hacernos una foto con él para enseñársela en el futuro. No tuvo ningún reparo en hacerlo. Incluso le regaló una púa, dado que uno de los juguetes favoritos de mi hijo son las púas.
Agradecimiento y significado
Muy agradecida de haber recibido una visita tan especial. Estos momentos son los que nos recuerdan por qué, desde 1882, en Guitarras Ramírez trabajamos con pasión, cuidando cada detalle para que nuestros instrumentos transmitan alma y autenticidad.
La elección de Carlos Santana y sus palabras refuerzan nuestra convicción de que la verdadera excelencia se logra cuando la artesanía nace del corazón. No solo fue un encuentro con un gran músico, sino un intercambio de respeto, admiración y amor por la guitarra que quedará grabado en nuestra historia.
Cristina Ramírez Sanginés
