Este artículo lo estoy escribiendo como consecuencia de un viaje y una publicación en nuestras redes. Jamás pensé que una visita de placer, que tenía como objetivo satisfacer mi curiosidad, diese para tanto y para tan poco, por eso aquí vuelvo a reivindicar e insistir y lo seguiré haciendo, hasta que cumpla mi objetivo: ser escuchada y conseguir que la acción sea una realidad y no un sueño. Como la situación se tornó surrealista, me he tomado la libertad de hacer un guiño a la obra “Ceci n´est pas un pipe” de maravilloso artista René Magritte.
El viaje a la Casa-Museo de Antonio de Torres
Mi familia y yo pasábamos unos días por la provincia de Almería, porque de allí es la familia de mi pareja y, después de visualizar este vídeo decidimos ir a visitar la Casa- Museo de Don Antonio de Torres ubicada en la calle Real de la Cañada 58 de Almería. Nuestra intención era ver la guitarra Torres – Manuel Ramírez restaurada por el luthier Carlos González, ya que fuimos nosotros quienes le pusimos en contacto con la mujer que se la vendió y porque ese instrumento estaba en muy malas condiciones y conocemos el buen trabajo que hace este constructor e investigador de instrumentos antiguos. Les invito a que lean el siguiente artículo publicado en nuestro blog: Manuel Ramírez y sus Torres | Guitarras Ramírez
La llegada a la Casa-Museo
Al llegar a la zona de la Cañada buscamos la bonita fachada con la placa conmemorativa. Los azulejos desconchados anunciaban lo que encontraríamos en su interior, eso y la mujer sentada en la puerta con su abanico, Remi, la encargada de abrir y mostrar el museo los sábados, ya que es el único día en que abre. En la entrada se encontraba el banco de trabajo que cedimos al Ayuntamiento después de la exposición monográfica que nos dedicó el Museo de la Guitarra de Almería en el 2015, por supuesto sin un letrero ni señal alguna que indicara su procedencia.
La decepción al recorrer el museo
Ya la visita no pintaba muy bien, pero tras pasar el arco del recibidor y acceder a la zona donde se colocan unas sillas a modo de pequeña sala de conciertos, también donde hay un comedor al fondo y donde se sitúan las escaleras, nos empezó a invadir un calor sofocante, acentuado por una intensa humedad, que fue aumentando a medida que subimos peldaños. En el piso de arriba, en donde se encontraba un pequeño banco, herramientas colgadas, máquinas y una carpeta descuidada con plantillas y ornamentaciones, además de algunas guitarras expuestas de otros constructores, nos empezó a resbalar el sudor por el cuerpo, cosa que he de señalar que es realmente extraordinaria en mí, por cierto.
Así que podemos imaginar, dicho con sorna, el maravilloso estado en el que se conservaban los instrumentos, por no hablar de la guitarra guardada en el arcón de la planta baja sin una cuerda desde hace no se sabe cuánto tiempo. Por lo visto hubo una pantalla de televisión que proyectaba cierta información del constructor que dejó de funcionar y, por supuesto, no se repuso.
Reflexiones tras la visita
Y aquí termina la crónica de nuestra visita a este espacio que tan solo lleva abierto un año (desde el 2023). Mi pareja y yo quedamos profundamente impresionados y tristes, ¿cómo es posible que se trate así a la figura del guitarrero que dio forma a la actual guitarra española (clásica y flamenca)? Un personaje mundialmente reconocido, con guitarras que forman parte de importantes colecciones, referente para constructores de todo el mundo que se han basado en él e incluso le han homenajeado reproduciendo sus instrumentos, con publicaciones sobre su obra hechas por importantes musicólogos de diferentes países, y por el que incontables guitarristas internacionales y nacionales matarían por tener una de sus guitarras…
Posibles soluciones y mejoras
Se podrían hacer tantas cosas y atraerían a tanta gente amante de este instrumento… Puede que no sea yo quien para imaginar cómo promocionar, nutrir y cuidar este espacio, pero me voy a permitir la licencia de hacerlo. Imaginemos que el Museo de la Guitarra de Almería estuviera comunicado mediante un autobús especial con esta Casa-Museo (señalando los días y horarios del servicio), que se volviese a llenar de música con conciertos de guitarristas nacionales e internacionales (por lo visto esto sí que lo tienen previsto, ojalá arreglen las condiciones térmicas para que tenga éxito) y que se realizaran charlas especializadas.
Que el Ayuntamiento de Almería apoyara a sus guitarreros y les invitara y subvencionara para que realicen copias de sus instrumentos como homenaje a esta figura y así llenar el museo y la casa-museo de instrumentos. Que atrajera a investigadores para que expongan sus teorías y que toda esa información quedara registrada y visible en este espacio o en el Museo de la Guitarra. Que se vinculasen en primer lugar con el Museo de la Guitarra, pero además con asociaciones, peñas y fundaciones o museos relacionados para intercambiar contenido y conocimiento. Que se hicieran cursos de luthería para realizar alguno de sus instrumentos, que se vendieran los libros sobre este personaje y que financiaran nuevas publicaciones, estudios e investigaciones.
Que se invitase a los coleccionistas para que cedan de manera temporal sus Torres originales y que se permitiera hacer estudios sobre ellas o conciertos con ellas de la mano de especialistas reconocidos (nosotros tenemos una que siempre hemos ofrecido de manera gratuita, asumiendo que la otra parte se encargue del transporte de obras de arte y su seguro, por no hablar de su correcta conservación y seguridad).
Se pueden hacer tantas y tantas cosas para crear un espacio vivo y atractivo que encima sea rentable, pero no seré yo quien pueda hacerlo, ya que, por el momento en mi ciudad (Madrid) lamentablemente carecemos de un museo de instrumentos como lo tiene Barcelona, a pesar de tener importantes tradiciones, profesionales, fondos públicos olvidados en almacenes o expuestos de cualquier forma (en el mejor de los casos) y coleccionistas dispuestos a participar en este bello proyecto que pertenece a todos los que nos gusta la cultura y el arte, porque es patrimonio de todos y tenemos derecho a disfrutarlo y a sentirlo vivo.
Reflexión final
Sin embargo, es tan complicado que los concejales o los políticos de turno piensen más allá de colgarse una medalla… Para muestra un botón, como podemos ver con este museo que solo lleva abierto un año. No pueden ver que, por ejemplo, festivales como el de Córdoba o como el de Petrer se llenan de guitarristas, aficionados y curiosos de todo el mundo, que a nuestra tienda vienen anualmente gran cantidad de extranjeros… Esto no lo ven o no lo quieren ver, pero la cultura, en este caso la cultura de la música y el oficio de crear instrumentos, son muy atractivos e identitarios. Son patrimonio inmaterial.
Ojalá este descuido y desinterés cambie pronto y ojalá este mensaje en una botella llegue a quien corresponda y, por último, ojalá que le impacte lo suficiente para hacerle reaccionar y cambiar el panorama que, por el momento, es desalentador.